viernes, 23 de enero de 2015

Na, el caso es que existen unos

Na, el caso es que existen unos aparatitos que emiten una serie de sonidos a los que debe exponerse la madre para que los escuche el feto. Parece ser que los memorizan, reaccionan ante ellos, los asocian a ciertos momentos del día, los reconocen, etc. Cuestan una pasta, así que igual mejor le pongo un poco de música tranquilita con los cascos... Ojalá tuviera pa todas estas cosas tan "fantásticas" y me salieran todos los fíos ingenieros.... jajajjajaja

Cada día estoy más convencida de lo mucho que me queda por aprender y de lo bien que me lo voy a pasar estando embarazada, dando a luz y criando un bebé... Parece sencillo, pero pensar que llevas dentro una pequeña vida y que lo que tu hagas repercute en ella... para bien y para mal...

Cuánta responsabilidad ¿no? Uyssss, que yuyu!!!
alex  Lunes, 11 Abril 2005 15:33  Enlace Permanente  Comentarios (4)

Descubrimientos científicos
Ufff, lo primero... gracias por todos los comments que me ponéis... me encanta saber que os interesa lo que escribo, así que lo de hoy va de descubrimientos acerca de la importancia de la música "in utero"... De todas formas, me abruma pensar que tanta gente (para mi, mucha) lee lo que buenamente se me ocurre escribir...

Bueno venga, pués el caso es que una de las cosas que más me llama la atención del embarazo, son los descubrimientos acerca de lo que le pasa al bebé (el feto) dentro de la barriguita... Aunque ya sabía muchas cosas porque en la carrera de Magisterio esto se estudia, me alucina pensar que sienten, que oyen, que responden a lo que ocurre en el exterior, que se enfadan o se rien, que reconocen la voz de mamá y la de papá si les habla directamente pegado a la barriga y les llama por su nombre...

Pero lo que más me llama la atención es que, por lo visto, la música que escuchan los niños aún antes de nacer, puede enriquecer enormemente su desarrollo físico, emocional e intelectual.
Hasta hace relativamente poco tiempo, un bebé en gestación se consideraba un ser inexpresivo, inconsciente e incapaz de ver, oír o sentir dolor. Las embarazadas eran una especie de enfermos que no debían moverse mucho, ni podían hacer vida normal.

Afortunadamente, hoy en día, gracias a avances tecnológicos como los ultrasonidos y la fibra óptica, entre otros, se ha podido ver y conocer a los bebés dentro del vientre materno. Observaciones hechas desde la concepción hasta el nacimiento revelan un comportamiento continuo y evolutivo del bebé por nacer en niveles tales como el sensorial, motor, emocional y cognitivo.

Estudios recientes y numerosos experimentos demuestran científicamente que aún antes de nacer, el bebé sí es capaz de ver, oir y sentir e, incluso, aprender "in útero". Hay todo un arsenal de documentos más o menos fiables sobre ello. Son capaces de todo eso además de soñar (se agitan si duermen y tienen "pesadillas"), comunicar (cambian de postura si la de la mamá no les gusta), mostrar preferencia (suelen colocarse de una forma determinada para dormir) e intereses, reír, memorizar y reaccionar con sus movimientos para expresar sus necesidades.
Se ha comprobado que al colocar una linterna sobre el vientre materno, los futuros bebés se tapan sus ojitos, demostrando que la luz les molesta. A través de fibras ópticas, se han podido fotografiar sus expresiones de gusto al succionar una substancia dulce; o bien de disgusto, si es amarga.

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